domingo, 11 de septiembre de 2011

NUEVO CURSO - 2011/12





     Quedan pocas horas para que comience el curso 2011/12. Los niños, pobres, no saben si reír o llorar. Tienen un nudo marinero en el estomago y hoy ni la salsa del pollo asado le ha resbalado por la garganta.
Se preparan mochilas, estuches, libretas, alegrías, reencuentros, horrores, pesadillas, pescozones entre unos otros y bocadillos de mantequilla con chorizo revilla.

     Mañana comienza todo, no el 1 de Enero como dice el embustero del almanaque. Mañana, escuelas, centros sociales, cadenas de televisión, cursos a distancia, coleccionables, objetivos laborales, las reuniones de los miércoles y la de los jueves, el partido del sábado y las salidas al campo del domingo, comienzan mañana lunes, con el curso 2011/12.
Mañana, por fin, con el nuevo curso, mamá volverá al café con las otras madres y ya tiene ganas de oír las críticas y el chismorreo de todos los días. Ya se pueden caer los mercados financieros de medio mundo, ya podemos tener la crisis económica-laboral más grande y dañina desde hace más de cincuenta años, incluso ya se les puede olvidar el cumpleaños de papá: nada, todo esto no importa nada. Lo importante es: – ”¡ Has visto a la Esteban, se le ha caído aún más la nariz !” – .
Y papá, ¡ay papá!: gimnasio, padel, revista del motor, la copita del martes por la tarde, ¡uy! que digo, la reunión del martes por la tarde, “ la kedada” del sábado por la mañana en el parque infantil con otros papás: “ kedada” de refrescos y paquetes de pipas, mientras mamá friega la casa, no penséis mal.

     Mañana comienza el nuevo año, el nuevo curso.
La liga de fútbol ya lleva dos jornadas, pero todavía los puntos que han conseguido los equipos no tienen el mismo sabor y valor que los venideros. Hoy todavía hace calor, pero mañana seguro que buscamos las primeras rebecas, aunque estemos a 35º.
El marcador con el 00:00 comienza ha andar mañana a las nueve, al toque insistente de una sirena impertinente a la puerta del colegio, que a las nueve de lo mañana despierta a infantes y mayores. Cómo decía Federico: “ A las cinco de la tarde; La cogida y la muerte...; A las nueve de la mañana...”
Pasado mañana martes comienzan las correrías, el ir y venir sangrante por las vías públicas a golpe de primera, claxon, embrague y segunda (y si tienes suerte y aquello anda, tercera). Pero mañana es fiesta, como el 1 de Enero, reencuentros, horarios, libros forrados, pantalones piratas todavía, besos en las mejillas, miradas envidiosas y asesinas.
Mañana no es lunes, es el primer día del curso, es el preparatorio para lo que se avecina del martes. Y los niños: – “eso es lo que hay, y no te quejes que yo el martes ya tengo una reunión por la tarde”
El martes vendrá con el estrés de hace dos meses, con los porrazos al despertador al amanecer, los deberes de por la tarde, con la compra del mercadona una vez por semana, con el: – “ayer tiré yo la basura, así que te toca a ti la cena” – .

     Mañana lunes vendrá y no tiene ni remedio ni solución, pero al menos será mejor que el martes.

     Hoy, mi primo Peter Pan ha estado todo el día conmigo. Como todo los años nos despedimos del verano entre sollozos y fantas de naranja, abrazados entre lágrimas, jurándonos y perjurándonos, igual que dos borrachos borrachos desde el día anterior y ya echándonos en falta.
El se va ha guerrear con Garfio y yo ha cortar el pan para los bocadillos de mañana de lo niños. Seguro que campanilla y los indios son parejas de mus contra Peter y mi sustituto, el torpe cocodrilo. Mi hijo llora y suplica: – “mañana no quiero ir al colegio, me quiero ir con el primo Peter al país de nunca jamás... y yo también hijo mio, y yo también”–.

     Llega la maldita rutina, el calendario organizado hasta navidades, el tedio constante del mismo día, una y otra vez, el mismo día. Al menos se retoma las lecturas de los miércoles, las escrituras de los jueves, el vuelos de las rapaces de los sábados y las resacas del domingo.

     Comenzamos un curso nuevo, un año nuevo. Con nuevas pretensiones, con nuevas asignaturas extra escolares, extra laborales y extra matrimoniales.
Ruego a un dios que no conozco de nada para que me de fuerzas y no convierta a mis hijos en pobres niños robotorizados y abotargados con el Ingles de cuatro a seis, con el piano de seis a siete, la informática de siete a ocho, el judo de ocho a nueve, etc, etc...

     Cuidado con el martes que seguro que vendrá y además es 13.

Un saludo y resignación, yo al menos me montaré alguna que otra fiesta con mi primo, si, ese que vive en el único país sin mercados financieros.

Pero desde este balcón con olor a lapicero y goma de borrar os deseo:

                              FELIZ AÑO NUEVO, ¡Qué digo! FELIZ CURSO NUEVO.............

Buenas noches...........

                                            al curso 2011/12