viernes, 30 de mayo de 2014

Odio la palabra GANAR...!!


Me asomé al balcón la noche del pasado domingo tras las elecciones europeas, pero esta vez no miré a la calle. Esta vez contemplé el brillo de mis ojos en el cristal de mi ventana, y como soy de esos que tropieza en la misma piedra una y otra vez, pues más de lo mismo.

Tengo ganas de contar cuentos, de verdad, que ganas tengo de contar cosas reales de castillos y dragones, de duendes y Peter Pan, de parados y desahuciados, de preferentes envenenadas, de piratas y principitos........

Hoy, después de válvulas y muelles flojos es el día que retomo mi balcón, me lo ha pedido este corazón mio.

Para bien o para mal.
 
 
 
 
Odio la palabra GANAR...!!




Hasta hace diez días me consideraba ese español caminando entre el blanco o el negro, cómo tantos.

Soy culé y socialista y encima tengo la mala costumbre de ser demócrata, pero de esos con miedo a alzar la voz y protestar, cómo tantos otros que me encuentro día a día. Tragándome lo que unos bajo el manto surrealista que hoy han conformado lo que es la denostada democracia han impuesto en nuestra sociedad.

Pero llegó el Atlético de Madrid, y puso en solfa el sendero de borregos que los últimos años era el amado fútbol en la España del blanco o el negro, en la España del Madrid o el Barça, en la España de Messi o Ronaldo. Ganó el inquilino del manzanares la liga en el último partido, y casi la champión league, en un trágico final que por momentos me hizo pensar en que a perro flaco..... Pero también llegó el Eibar, un equipo que la temporada pasada vivía en la segunda división B y ascendió a primera, a la liga de los “millones”. El equipo con menos dineros de todos los que juegan. Un equipo pobre, pero limpio y saneado, donde en el, todo el mundo cobra sus nominas al final de mes, donde en el, se preocupan de tributar al estado español, donde en el, cueste lo que cueste, paga por sus responsabilidades y obligaciones, igual que el noventa por ciento de la ciudadanía española, no lo olvidemos. Cueste lo que cueste.

Me agrada pensar que por fin la pasión y el trabajo es más valioso que el dinero.
 
Alentado por los medios y la sociedad que me rodea entré al trapo del deporte nacional. Me fui desilusionando, acusando por ejemplo, al FC Barcelona de inoperantes y falta de juego (un equipo que lo ha ganado todo en los últimos diez años, - seré tonto-). A la política o a la justicia, yo, critico desde la barrera, sabedor de la verdad desde la barra del bar, dictamino y sentencio todo lo que se cruza por mi vista. Y además con la cabeza alta, con el gesto altivo, aferrándome a todas mis conclusiones como si fueran la únicas y más sabias (-seré tonto-), como casi todos.
Una cosa tenía claro, - ¡¡ yo no voto, yo no voto y yo no voto …!!-, eso era lo que imperaba en el día a día en la gente ante de las elecciones europeas.

Entré de nuevo en el candor popular aunque no fuera las premisas por las que me decanto como buen demócrata. Que iluso..!! aún creo que las votaciones libres y abiertas son el mejor síntoma de la libertad y la democracia. Y aún así entré al trapo que los medios me tendieron a la cara, bueno mejor dicho, al trapo que me tendieron a los ojos, intentando cegarme con ello.
Pero llegó “PODEMOS”, y con el, un chaval de larga coleta y con la vestimenta igual que el vecino del segundo, y era como el Eibar, ese equipo de fútbol pobre que ha llegado a primera división, pero limpio y saneado, y les plantó cara simplemente con la palabra y el dialogo a esos encorbatados añejos y rubias de bote que se agarraba (y se agarran aún) a un discurso retrogrado y senil anquilosado en el “y tú más”, a la herencia recibida, y después de treinta años, “esto es lo mejor para el pueblo” aunque con ello a sabiendas nos han llevado a la quiebra total.
 
Dijo cosas claras y sencillas. “NO ROBEIS MÁS A LOS CIUDADANOS”, entre otras muchas.

Hace diez día tenía un ahogo crónico, pero llegó el Eibar, el Atlético de Madrid y “PODEMOS”, y me pasó como cuando leí “El Principito” hace tres meses, por fin, tras leerlo unas veinte veces a lo largo de vida, fui capaz de ver el elefante dentro de la barriga de la boa.

Mi corazón retomó de nuevo los latidos en forma de melodía. Muchos años ya de blanco o negro, de PP o PSOE de Messi o Ronaldo, de....esto es lo hay. Muchos años con este cartel clavado en mi frente “soy gilipollas y me lo creo todo”. De crisis impuesta.
 
Odio la palabra ganar en unas elecciones.

Odio que lleven esa palabra por bandera los diferentes partidos políticos. Esto no es un juego, esto no es un partido de fútbol. Esto cuando pierdes no te quedas segundo y cuando ganas no te dan una copa. Cuándo demonios se van a enterar esta clase política que sus acciones y decisiones son transcendentales.

La gente salta al vacío desde sus ventanas. Avergonzadas, humilladas, no pueden pagar sus hogares al maldito banco o caja de ahorros, caja además rescatadas con mis impuestos. Personas que su único pecado fue, dejar de trabajar, en muchos de los casos despedidos sin ninguna excusa, ¿cómo hemos consentido esto? (-seremos tontos-) sin duda, ha sido el peor resultado de esta crisis.

Hay cinco o seis millones de parados. Los trabajadores han perdido sus derechos con un simple plumazo. Ahora los jueces por el antojo del poderoso son los culpables (-maldito dinero-). O las mujeres, dicen que son inferiores intelectualmente y por eso como en un chiste malo, un cura un político y un psicólogo deciden en su cuerpo y en su maternidad y hoy ellas tienen la culpa en la violencia de genero (-seremos tontos, seréis tontas-).

Menuda vendan nos han puesto, y como aprietan el nudo cada vez más para que no seamos capaces de ver más allá.
Qué no vaya nadie a votar, ensueñan estos políticos al cobijo de ese manto que han creado lleno de pulgas y garrapatas llamado democracia. Ya haremos nosotros lo que nos de la gana, poned más fútbol y así estarán callados, estarán ovejas mansas y en el redil. Y hay que procurar que los centros culturales, asociaciones, y todo lo que concierne a la cultura individual y colectiva
estén cerrados, que no se junten, que no lean, que no aprendan, poned más fútbol.

Lo bonito del arco iris es, la cantidad de colores diferentes que tiene. Y en el no está ni el blanco, ni el negro.

Menudo remolino de aire nuevo a entrado por la ventana de Europa. Ahora debe florecer las políticas, la conciencia cívica y el sentido común, y sobretodo el social.

En la mesa de Europa, en el arroz del domingo están: el independentista, el nacionalista, el liberal, el ultra derecha, el ultra izquierda, el ecologista, hasta la dichosa iglesia, los moderados, el conservador y el centrista, el antieuropeista, el racista y xenofobo, el que quiere entrar y el que quiere salir, al que no le gusta el arroz y al que le gusta pelin pasado.

A mí no me gustan unos u otros. A mi no me gustan de algunos o algunas sus discursos y tendencias políticas y sociales, pero (-¡¡ maldita sea esta actitud demócrata mía !!.), tengo que sentarme, oír , dialogar y llegar a un consenso por el bien común. Parece difícil e imposible, parece que entramos en el infierno, pero que no nos vendan demonios inventados, esto es más fácil que todo eso, esto es tan fácil como que dentro del arco iris hay colores que no nos gustan, pero no por eso va a perder su belleza, verdad, queramos o no, este saldrá después de la tormenta e iluminará el horizonte.


Odio la palabra ganar en política, esto no es un juego.

A la política me encantaría que llegara la palabra, trabajar....


besos y abrazos vecinos y vecinas.....